Ideal para los amantes de la aventura, el contacto directo con la naturaleza, la fauna y lo exótico. Su esencia, penetra bajo la piel, tanto si se visita por primera vez como si ya se conoce. Y es que, en cualquier punto de este enorme y precioso territorio, uno descubre que su belleza natural apenas tiene rival.
Este de África, dónde los sueños se cumplen
Su vida salvaje, su diversidad cultural y social y su historia hacen que la luna de miel a cualquiera de los destinos de esta área geográfica se convierta en un sueño hecho realidad. No hay dudas. Esta experiencia deja marcado a todo el que la visita. Kenia es un país de variados ecosistemas, con montaña y sabana. Los parques nacionales y reservas son su principal atractivo donde poder ver una gran variedad de animales salvajes y endémicos. Además, tribus ancestrales como masai y samburu aún mantienen intactas sus tradiciones en estas tierras. Por su parte, Tanzania es conocido por sus safaris, que se encuentran entre los más espectaculares del mundo, gracias a sus paisajes majestuosos y a una fauna muy variada. Su población, cercana y amigable, ofrecen un extra que nadie puede olvidar.
África austral, una región de increíbles contrastes
No hay otro lugar en el planeta que lo supere en fauna, paisajes y tradiciones ancestrales. Esta zona, en concreto, colma todas las expectativas y es uno de los mayores espectáculos naturales del planeta. Por mucho que se intente no hay ni un sólo rincón en Sudáfrica que no cautive. Su principal atributo se basa en una gran riqueza cultural, una naturaleza que seduce y paisajes que se quedan grabados en la memoria.
Extensiones a playa
La mejor forma de completar la luna de miel tras un fabuloso viaje en el continente africano es disfrutar de los paisajes excepcionales y playas idílicas de Mauricio, Seychelles, Zanzíbar o Reunión. Destinos capaces de evadirnos de todo. Pero cuidado, estas islas tienen mucho más que playas irresistibles en las que poder relajarse a placer. Aguas ideales para el buceo, sendas de montaña rodeadas de naturaleza exuberante y un pasado colonial que ha dejado su huella. Un plan perfecto.